12 de diciembre de 2010

Pliego nº 23..............................'2ª Etapa'



Atisbos


Aquí se recoge escritos y pensamientos de Dolores Bigourdan (Canarias 1903 - Barcelona 1989) con el fin de ofrecer a nuestros lectores un espacio de reflexión.


Son escritos y pensamientos algunos recogidos por ella y otros que forman parte del itinerario de su vida.


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“El reinado de Cristo para este mundo: Ser una persona cualquiera; pasar desapercibido, ser humilde, tener verdadera caridad, demostrando amor.”



“Tengamos paciencia con todos, pero sobre todo con nosotros mismos; es decir, no turbarnos por nuestras imperfecciones y tengamos valor para mirarnos a la cara como en un espejo. Sería bueno hacerlo cada día, para poder empezar siempre y no pensar jamás que hemos hecho bastante por nuestra salvación, que es la de nuestro prójimo.”



“Mucha Paz
buscar alegría
saber esperar
caridad y caridad
ver en cada uno su lado bueno
y sus existentes buenas cualidades.”

12 de noviembre de 2010

Pliego nº 22..............................'2ª Etapa'


En el pliego nº 14 http://pliegotante.blogspot.com/2010_03_01_archive.html anunciábamos la intención de ir trabajando en el tema de los 'Vectores de la Nueva Evangelización’. Hasta ahora, hemos ido tratando algunos aspectos de los vectores ‘Rescatar el medio mundo que forman las mujeres’ y ‘Conducir a la gente a la humildad trascendental’. Pues bien, a partir de este número nos adentraremos y profundizaremos, aun más, en este último vector, el de la 'humildad trascendental’.

Y para ello, les proponemos la siguiente lectura, elaborada a partir de una charla impartida en abril de 1991, por Alfredo Rubio de Castarlenas, (Barcelona, 1919 - 1996).

Grados de humildad

El término humildad viene del latín humilis que se traduce no solamente como ‘abajarse’ sino también como ‘humus’ o tierra, ya que en el pasado se pensaba que las emociones, deseos y depresiones eran causadas por irregularidades en las masas de agua. Debido a que el concepto alberga un sentido intrínseco, se enfatiza en el caso de algunas prácticas éticas y religiosas donde la noción se hace más precisa. Humildad pues, significa inclinado hacia la tierra; la virtud de la humildad consiste en inclinarse delante de Dios y de todo lo que hay de Dios en las criaturas. En la práctica, nos lleva a reconocer nuestra inferioridad, nuestra pequeñez e indigencia ante Dios.

Podríamos decir que existen variados grados de humildad, más si tenemos en cuenta que nosotros no somos los seres humanos que Dios deseaba que existieran. Darse cuenta de esto es alcanzar un alto grado de humildad. Podríamos afirmar que es un primer grado de humildad.

Pero ¿por qué afirmar que no somos esos seres humanos que Dios quería? Uno podría creer que Dios había pensado en mí desde toda la eternidad, y que yo era deseado por Dios para que existiera en este mundo. Pues no. Hay que desmontar esta vanidad, este orgullo, y reconocer que eso no es así.

Pero, ¿por qué? Ciertamente tiene ideas infinitas dentro, o sea, todo lo que existe, todo lo que hubiera podido existir, incluso también en el futuro, es infinito, con infinitas posibilidades. Luego, en la creación hay infinidad de cosas creadas, pero siempre quedarán infinitas cosas que Dios conoce pero que no llegarán a ser realidad.

Visto esto, cuando Dios creó al mundo, creó a Adán, a Eva, lo que eso significa, es decir al género humano. Él deseaba que ese género humano fuera amigo suyo, y que se amaran en caridad; que no se mataran, no se odiaran, no se guardaran rencor, se ‘amaran bien’, en un clima de paz y de alegría, es decir de paraíso.

Pero el hombre peca y es entonces cuando trastorna la historia. Ya todo será distinto, la gente que se conoce, que se casan, la gente existente, los hijos que tienen. O sea que todo es diferente a como Dios lo pensaba, porque Dios deseaba que todo el mundo se amara y que hubieran nacido hijos, nietos y generaciones y generaciones, fruto de una humanidad que se amara. De éstos, en cambio, no ha nacido ninguno. Y sin embargo, han ido naciendo otros que somos nosotros, que no son, que no somos, los que Dios deseaba.

Es entonces cuando Dios decide redimirnos. Nos envía a Cristo que con su sangre nos redime, y nos envía al Espíritu Santo.

¿Qué puede pasar? Que tantos cuidados -donde abundó el pecado sobreabundó la gracia-, tanta gracia de Dios, puede ser que al final estos hijos lleguen a estar más sanos, más inteligentes, más bien educados, esplendorosos, que aquéllos que hubieran venido, con los que no se hubiera tenido tanto cuidado. Vaya uno a saber. Así pues, no somos los que Dios soñaba.

De todas maneras, Dios nos ama infinitamente, ¡cuánta humildad!, eso quiere decir que tenemos que ser profundamente humildes con ese amor, porque siempre ama infinitamente, y no ha escatimado esfuerzo para sanarnos, redimidos con la Pasión de Cristo y su Resurrección.

¡Qué gratitud!; este es otro grado de humildad, saber que en justicia hay que tener una gratitud inmensa; el que no es humilde, no quiere agradecer nada; ver que uno tiene que agradecer la vida que le han dado los padres, la cultura que le ha dado la sociedad..., tantas cosas, y a Dios la Redención, pues es otro grado de humildad: saber agradecer. Y luego, como consecuencia de la gratitud, podríamos decir que el siguiente grado de humildad es sentir una alegría inmensa de los bienes que hemos recibido en esta redención: institutrices, clínicas, universidades... Y saber estar alegre por lo recibido -no como el soberbio que sólo está alegre por lo que consigue por la fuerza, y que le molesta que le den algo-, por lo que uno ha recibido en tan gran cantidad. Eso es pues otro grado de humildad.

Otro grado de humildad podría ser lo siguiente: Que si a partir de este momento los que hay en la humanidad se amaran y no hubiera más disensiones, ni odios ni guerras, pues la cosas irían mejor; y a partir de ahora Dios soñaría también los seres que desde este momento nacerían como fruto de este paraíso del ahora. Pero cuando el hombre peca, frustra otra vez ese plan de Dios, y aquéllos que Él deseaba ya no nacerán; yo he cambiado el rumbo con mis pecados y nacerán otros que Dios anticipadamente está dispuesto a redimir. Pero son otros, no son los que Él deseaba a partir de este momento. ¡Qué humildad reconocer que yo y todo el mundo con sus pecados, frustramos continuamente los nuevos planes de Dios! Entonces, naturalmente, visto que somos culpables de frustrar los planes de Dios, de que no nazcan los que Él deseaba, pues tenemos que hacer penitencia al máximo para reparar este daño. Cristo cargó con nuestras culpas después de hacer penitencia. Y hacer penitencia reconociendo el daño que uno ha hecho, pues es otro grado de humildad: reconocer el daño y hacer penitencia. Dolerse, arrepentirse, confesar y hacer penitencia, en el sentido de decir: ¿qué puedo hacer yo para compensar a Dios, pues he frustrado otra vez sus planes? Es entonces cuando no queda más remedio que esforzarme en ser santo, que es la única manera de que no se desaprovechen las gracias que Cristo ha conseguido, y es la mejor manera que tengo en mi mano para resarcir a Dios por todos los pecados míos y de los demás que frustran a Dios; por lo menos ser santos, que es lo que más le puede compensar. Es decir, ¡que tengo que ser santo incluso por penitencia, porque es la manera que tengo de resarcir a Dios! O sea, ser santo es la máxima creación de Dios; la máxima humildad es ser santo para resarcir a Dios. Y luego tratar de no estropear, de hacer que el mundo sea un paraíso verdadero donde reine la caridad: el amarse los unos a los otros como Dios nos ama.

Atisbos


Aquí se recoge escritos y pensamientos de Dolores Bigourdan (Canarias 1903 - Barcelona 1989) con el fin de ofrecer a nuestros lectores un espacio de reflexión.


Son escritos y pensamientos algunos recogidos por ella y otros que forman parte del itinerario de su vida.


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“Debemos ver en nosotros los dos sentimientos útiles, puestos por Dios en nuestra naturaleza 'estima de sí mismo y deseo de ser estimados por los demás'.
El primer crimen del orgullo consiste en llevar al extremo la estima de sí mismo.
La humildad es la virtud especial que se apodera de las dos tendencias que están en nosotros; para sostenerlas en su vitalidad, protegiéndolas de los excesos que nos llevaría el orgullo.
La humildad no anula el sentimiento de la dignidad personal ni el deseo de la estima, sino regularlos.
Las virtudes naturales y las sobrenaturales tienen el mismo objeto: el bien.”



“Hay una humildad que dice que no somos nadie solos, y que repite nuestra indigencia. Pero hay otra, puede que sea superior; la que consiste en no hablar de sí mismo; porque uno se ha olvidado de sí, y sólo piensa en Dios que está en los demás.”



“Ver en los otros lo que no debemos hacer a Dios; pero ojo!, tenemos que ser humildes.”


12 de octubre de 2010

Pliego nº 21..............................'2ª Etapa'


Grados de amistad

Toda relación humana que busca establecer una verdadera amistad está marcada por el afecto entre las personas que intervienen en dicha relación. Este cariño que existe y es compartido, generalmente se fortalece con el trato personal, “el roce hace el cariño” como comúnmente se dice.

El afecto personal, puro y desinteresado, tiene su manifestación externa en la ternura. Es más, podríamos decir incluso que el entusiasmo que se da en toda relación de amistad la dinamiza y se traduce en ternura. Y entiéndase la amistad en sentido amplio; es decir, como docilidad y amabilidad, delicadeza y afectividad, etc.

Esta ternura que envuelve toda relación de amistad verdadera se ha de manifestar de forma proporcional al grado e intensidad de amistad existente entre las personas. No será el mismo grado de ternura entre dos personas que acaban de conocerse, que la existente entre compañeros de trabajo, ni la que se pueda dar en un matrimonio. Pero ¡ojo!: si en una relación de pareja se tienen relaciones sexuales y éstas no son expresión del amor que se profesan, esto sería como un adulterio, en donde se estaría prostituyendo al otro. Es muy grave ver antes el sexo que la persona, y eso, lamentablemente, ocurre en muchas ocasiones ya sea de manera consciente o inconsciente.

Por desgracia, el liberalismo individualista y con tintes jansenistas ha hecho de las personas individuos aislados llenos de puritanismos raquíticos e incoherentes, impidiendo que existan entre las personas del mismo o diferente sexo, manifestaciones sanas de ternura que se expresen con toda naturalidad y normalidad. Y lamentablemente ha hecho que hombres y mujeres, en general, pierdan o retengan esa dimensión lúdica y afectuosa que toda relación de amistad conlleva. Emocionalmente, a veces, uno se ve impedido a abrazar al amigo o amiga simplemente porque sí, a achucharse o apapacharse, a jugar a pelearse cuerpo a cuerpo retozando por el suelo, a que se acaricie la gente y se besen... Tanto se nos ha metido el individualismo jansenista en nuestro comportamiento social que ¡hasta muchos de los bailes de hoy en día se practican separados!

Impedir estas dimensiones de ternura y juego de la amistad -que la llena de alegría y risas- por un falso o un malentendido pudor produce, según nos dicen los psicólogos, un déficit de solidaridad entre las personas. De hecho, en sociedades o ambientes donde no reina este individualismo-puritano, se palpa un mayor espíritu de cooperación y generosidad entre las personas, pues al sentirse «uno» con el otro se proyecta un crecimiento compartido.

Cada individuo es una persona humana con una apertura social. Esta apertura hacia la sociedad comienza en la familia; ésta es el primer lugar de socialización de todo ser humano, donde se aprenderán muchas cosas -entre ellas la ternura- que después se llevarán a la práctica en otros ámbitos.


Las ciencias en general y las humanas en particular, nos ayudarán a ir descubriendo o formalizando esas expresiones de ternura que han de darse en la amistad y en qué grados se han de dar, dependiendo del estadio de la amistad.

Diego López
República Dominicana

Nuestra Señora del Pilar



Virgen Santa, Madre mía.
Luz hermosa, claro día.
Que la tierra aragonesa
te dignaste visitar,
este pueblo que te adora,
de tu amor favor implora,
y te aclama y te bendice
abrazada a tu Pilar.
Pilar sagrado
faro esplendente,
rico presente
de caridad,
pilar bendito
trono de gloria.
Tú a la victoria
nos llevarás.
Cantad, cantad
himnos de honor y alabanza
a la Virgen del Pilar.


Atisbos


Aquí se recoge escritos y pensamientos de Dolores Bigourdan (Canarias 1903 - Barcelona 1989) con el fin de ofrecer a nuestros lectores un espacio de reflexión.

Son escritos y pensamientos algunos recogidos por ella y otros que forman parte del itinerario de su vida.

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“El infierno es no tener ya más que a uno mismo; el Cielo no tener más que a Dios y la pobreza nos hace entrar en el hoy.”



“Dios desearía:
Que estuviera en completa disponibilidad, que los quiera lo mejor posible.
Ser dócil a sus sugerencias.
Mirar y admirad en ellos sus grandes y verdaderas virtudes.
La locura del evangelio es una locura tranquila (cansancio y tensión no tiene nada de evangélicos).”



“Escuchar se ha convertido en el acto más importante del cristiano.
Para qué hablar tanto de nosotros mismos sin dejar, a causa de eso, hacer que los otros hablen de sí.”

12 de septiembre de 2010

Pliego nº 20..............................'2ª Etapa'


Prioridades de los niños:
derechos y deberes no tangibles


Es suficientemente sabida la constante violación de los derechos de los niños y se pone nuevamente en relieve al saber noticias como las de algunos niños que presencian violencia de género en su casa y hasta asesinatos de sus progenitores. Se han hecho muchos esfuerzos para garantizar los derechos de los niños, sin embargo, esto aún no ha sido posible en todo el mundo. Algunos especialistas señalan la importancia de acompañar los derechos de los correspondientes deberes porque, al fin y al cabo, que unos y otros tengamos derechos que nos amparen implica que, al mismo tiempo, todos tenemos también unos deberes en relación a los demás. Y este es quizás el nivel de responsabilidad que hemos descuidado, o al menos, ha quedado en el olvido. Quizás por aquello de expulsarse responsabilidades y no dar la cara por lo que nos hacemos los unos a los otros.

En esta línea, un grupo de expertos elaboró este invierno en el santuario de Montserrat, en Cataluña, lo que denominaron el Manifiesto de Montserrat, en donde se citan las prioridades de las necesidades no materiales de la infancia, entendidas como un derecho humano a preservar. El manifiesto remarca que estas necesidades no tangibles son también suficientemente reales y van orientadas a la dimensión espiritual. Unas necesidades que ya quedaban patentes en la Convención de los Derechos de los Niños en lo que se refiere a derechos de tipo moral, espiritual, social y cultural.

El énfasis que se pone en resolver las prioridades materiales, muy a menudo hace que queden en el olvido aquellas menos tangibles y que, por su misma esencia, no siempre son atendidas.

El Manifiesto destaca la diferencia entre derecho espiritual y derecho religioso, y recopila en esta dimensión espiritual todo lo que corresponde a la identidad global de la persona, relacionada con los valores, su manera de vivir y su sentido trascendente.

En una sociedad en la que se habla ya de construir nuevas formas de ser y de estar en el mundo, se deben orientar estas nuevas formas para que no menosprecien ninguna parte de esta integralidad de la persona, y priorizando el tener, no mengüen la vertiente de construcción del ser. Cuando enmarcamos los parámetros de salud social en el bienestar de la sociedad, debemos tener presente aquellos indicadores que nos remiten al bien-ser del ser en la sociedad. Unos indicadores que deberán preservar el bien-ser de esta franja de edad infantil que acontecerá el futuro de nuestra sociedad, pero no meramente como futuros ciudadanos, sino como seres presentes que tienen pleno sentido en su etapa evolutiva actual.

He aquí, pues, este Manifiesto, una propuesta más para trabajar el bien-ser, como prioridad más sólida en la sociedad del bien estar, que por esencia acontece más efímero.

Marta Burguet Arfelis
Barcelona

Atisbos


Aquí se recoge escritos y pensamientos de Dolores Bigourdan (Canarias 1903 - Barcelona 1989) con el fin de ofrecer a nuestros lectores un espacio de reflexión.

Son escritos y pensamientos algunos recogidos por ella y otros que forman parte del itinerario de su vida.

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“Vivir es saber amar, pensar, sufrir.”


“Saber sonreír ¡qué fuerza!”


“Que el hombre esté presto a escuchar; lento para hablar; lento para encolerizarse.”


“Desarrolla en nosotros el gusto por el silencio.”


12 de agosto de 2010

Pliego nº 19..............................'2ª Etapa'


La Asunción, Cataluña y América

La solemnidad de la Asunción de María, conocida en algunos lugares como Nuestra Señora de Agosto, cae este año en domingo. Es una de las fiestas más antiguas dedicadas a María. La fiesta de la Dormición de la Virgen -tan celebrada en las iglesias orientales y tan frecuente en su iconografía- comportaba que en este día en muchas iglesias de occidente, en el centro de la nave, se dispusiese una imagen yacente de María y que después se sacase en procesión por las calles de la villa o ciudad.

La fe cristiana arraigada en las palabras de Jesús “yo soy la Resurrección y la Vida, el que crea en mí aunque muera vivirá” ha presentado la muerte como una dormición. Recordemos que la palabra “cementerio” de origen griego, significa dormitorio. Por eso, para el tránsito de María se acentuó está visión más benigna de la muerte. Entre otros muchos un artista catalán del siglo XVIII, Lluís Bonifaç, hizo un monumental lecho de la Virgen, con amplios cortinajes, que hoy se puede ver en la entrada del museo de la Catedral de Girona (Cataluña).

El arquitecto Antonio Gaudí se inspiró en esa cama (u otra similar) para diseñar la capilla de la Asunción que había previsto edificar detrás del ábside de la Sagrada Familia de Barcelona centrando el claustro que, en un futuro, circundará el templo. En 1909, un franciscano chileno, el P. Angélico Aranda Hurtado (1870-1961), pintor, visitó la Sagrada Familia y quedó gratamente impresionado por este excepcional edificio y por la personalidad de Gaudí. Unos años después el fraile chileno escribió al arquitecto catalán pidiéndole que le diseñase la capilla de su convento en la ciudad de Rancagua, 80 quilómetros al sur de Santiago de Chile. Esta capilla había de estar dedicada a Nuestra Señora de los Ángeles o Porciúncula. El P. Aranda, a falta de recursos, le prometió a Gaudí que le pagaría “con oraciones”. Gaudí, que en aquel entonces ya no admitía más encargos profesionales, se dio cuenta que las medidas que el P. Angélico le facilitaba coincidían con las de la capilla de la Asunción que proyectaba y le brindó los planos. La condición era que la capilla chilena se edificase antes que la barcelonesa. El arquitecto manifestó que estaba muy contento de esta obra de confraternidad Cataluña y América. El proyecto quedó muchos años parado. En los años 90 un grupo de chilenos y catalanes luchó por su recuperación. Constituyeron una corporación que lleva por nombre “Gaudí de Triana” y hace unos años visitaron la Sagrada Familia de Barcelona, dónde fueron recibidos por miembros de la Junta del Templo. En el ábside pusieron tierra chilena y en el museo del Templo quedó expuesta la maqueta de la capilla. En el año 2005 en Rancagua se inauguró el terreno donde se ha de edificar la capilla gaudiniana junto a una casa para cultivar la soledad y el silencio. Se llama “Parque Cataluña” y en él hay bancos de estilo gaudiniano. Es una buena noticia que en este 2010, con motivo de los actos del bicentenario de la independencia de Chile (1810-2010) se haya obtenido financiamiento para construir la capilla.

La dedicación de la Sagrada Familia de Barcelona por el Papa Benedicto XVI el próximo 7 de noviembre mostrará al mundo este templo, culmen de la arquitectura gaudiniana, con la nave mayor ya concluida. Es bueno saber que muchos kilómetros más allá, en Sudamérica, florece una capilla del mismo estilo también querida por el mismo arquitecto.

Jaume Aymar
Barcelona (España)

Atisbos


Aquí se recoge escritos y pensamientos de Dolores Bigourdan (Canarias 1903 - Barcelona 1989) con el fin de ofrecer a nuestros lectores un espacio de reflexión.

Son escritos y pensamientos algunos recogidos por ella y otros que forman parte del itinerario de su vida.

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“Tú nos darás la paz y la alegre tranquilidad, necesaria para poder unirnos a Ti y hacer juntos lo que haya que hacer para la felicidad de nuestro prójimo y seamos todos unos en Ti”


“Tú eres uno y yo soy uno
uno y uno que son dos
dos que deberíamos ser uno
¡Ay! si lo quisiera Dios”


“Ser libre, Señor, ahora ya lo sé, es querer.
Querer lo que Tú quieres, amar lo que tú amas.
Y cuando hace falta escoger, escoger sencillamente lo que Tú escogerías.”

12 de julio de 2010

Pliego nº 18..............................'2ª Etapa'


La mujer en los ámbitos eclesiales

Algunos sociólogos y estudiosos de estos temas afirman que el siglo en el que hemos entrado es el siglo de la mujer.

En el ámbito de la fe cristiana también va a ser así, sin ninguna duda. Pero el hecho de tenernos que plantear el tema de la promoción de la mujer en la Iglesia, es ya síntoma de una situación altamente insatisfactoria. Y el hecho de que las voces que ahora urgen a que se realicen cambios en este sentido, sean cada vez más numerosas y más vigorosas de lo que han sido en el pasado, nos dejan ver que esta cuestión se ha hecho ya candente.

Pero esa promoción no puede verse como una postura feminista, sino como una cuestión de fidelidad al Evangelio y de la búsqueda de la praxis de Jesús que, en su vida y en sus enseñanzas, dejó bien claro la consideración de igualdad en la que tuvo a sus compañeros de misión, los discípulos y discípulas. Así es éste un tema abierto en el interior de la Iglesia, en el que hay que pensar mucho y bien. Hay que pensar, además, de forma nueva con creatividad e imaginación, para no quedar estérilmente estancados en lo de siempre.

En este aspecto hay que destacar unos pocos temas esenciales a considerar.

En primer lugar una cuestión antropológica: Hasta el momento actual, cuando se ha hablado de promoción, las mujeres se han sentido en la situación del que ha de ser promovido y, por lo tanto, que puede también ser rechazado. Por otra parte, cuando se habla de función complementaria de la mujer respecto del hombre, de complementariedad de los dos sexos, se da por supuesta una subordinación ontológica de la mujer respecto al hombre (“…no es bueno que el hombre esté solo...”, “detrás de cada gran hombre hay una buena mujer” ), con lo que se apunta la idea de que la mujer ha sido creada en función y servicio del hombre. Por otra parte, si ha podido la mujer ejercer alguna función intraeclesial, ha sido siempre una autoridad masculina la que decide lo que puede o no puede hacer.

Ahora ha habido una maduración histórica en que la mujer ha adquirido una autoconciencia que no tenía anteriormente. La nueva generación de mujeres que esta época está trayendo, quiere pensarse a sí misma, no ser ya pensada por el varón. Las mujeres quieren reflexionar sobre sí mismas y alcanzar su plena autonomía. En cierto modo quieren dejar de estar protegidas y tuteladas, aunque esto represente experimentar la tensión psíquica que comporta el riesgo de vivir. Quieren correr ese riesgo en total comunión con el varón, lado a lado.

En segundo y tercer lugar, dos cuestiones teológicas de capital importancia para el enfoque de la mayoría de edad de la mujer en los ámbitos eclesiales. Son dos temas en los que hay que profundizar valientemente y sin prejuicios: El tratado de la Trinidad y los textos del Génesis sobre la Creación y los de la introducción del mal en el mundo.

En el Génesis se nos dice que Dios creó al ser humano como semejanza suya y que, a imagen suya, los creó hombre y mujer. Así que, sólo una imagen masculina y femenina de Dios, que integre la plenitud de la humanidad, puede servir adecuadamente como símbolo de la divinidad. Es pues la mujer tan representativa como el hombre, en cuanto a imagen y semblanza de Dios, y mientras lo femenino no sea acogido en el lenguaje sobre Dios y en las imágenes de la divinidad, no podrá desanudarse la cuestión femenina. Hay en este relato una igualdad original entre el hombre y la mujer que no puede seguir ignorándose. Es más, hay también en estos relatos una responsabilidad recíproca y mutua en la introducción del mal en la historia de la humanidad, que ha sido siempre tergiversada. Los relatos del principio son mitológicos, y es preciso saber que la descripción tan detallada y llena de pormenores que hacen estos relatos, debe verse totalmente encuadrada en el género mítico, que era el único lenguaje del que disponían aquellas culturas para expresar lo que intentan explicar.

La Trinidad es el lugar teológico desde el que es necesario profundizar con una mirada nueva. Es preciso superar una imagen de la Trinidad marcadamente masculina a nivel simbólico. Y esto no sólo como una cuestión lingüística. Si el relato del Génesis nos dice que el hombre y la mujer, lo masculino y lo femenino, son creados por Dios a imagen y semblanza suya, no se puede atar lo divino a un solo género. Sabemos que Dios está siempre más allá de cualquier imagen, pero si, por analogía, queremos representarnos algo de lo que Dios es, no podemos pensarlo y hablar de Dios bajo la imagen de un solo género. Haciéndolo así estamos haciendo un reduccionismo que hay que superar.

En la imaginación cristiana siempre la Trinidad de Dios ha sido pensada en categorías de masculinidad, por lo menos por lo que hace referencia a las dos primeras Personas. La liturgia, la catequesis y la teología han mantenida estas categorías ininterrumpidamente en el correr de los tiempos, apuntando así a una masculinidad divina esencial que excluye a la mujer como imagen de Dios. Nuestro lenguaje sobre la Trinidad de Dios lo que quiere decir es que Dios es como una triplicidad de relación. Pero las imágenes masculinas de padre e hijo son las que han prosperado en la creencia cristiana, quedando la tercera Persona en una especie de limbo. Esto ha llevado a instalar la masculinidad como propiedad esencial de Dios, dejando lo femenino en el rol de lo dependiente y subordinado, y lo que es peor, para nada adecuado en la analogía sobre Dios.

Como conclusión es preciso decir que hay ahora una certeza ineludible de que la estructura patriarcal en la sociedad y en las Iglesias, no ha sido querida ni es querida por Dios. Y aunque es vedad que el camino hacia lo recto y justo debe hacerse con prudencia, y siempre avanzando paso a paso, es necesario también ser fuertes en el sentido paulino, o sea, hay que ser de aquellos que han alcanzado la libertad de Cristo. Si nos da miedo ser libres, estaremos impidiendo la santidad de la Iglesia. Hay que afirmar también que las dificultades principales que se oponen a un cambio decidido en la búsqueda de más verdad, se deben al temor de perturbar equilibrios seculares, con consecuencias imprevisibles, pero esto no puede hacernos cerrar los ojos a la luz.

Y todo esto no es un problema solamente de mujeres, sino que concierne también a la fidelidad a las enseñanzas del maestro Jesús y a la autocomprensión de toda la Iglesia. Es una cuestión de identidad.

Manolita Pedra
Barcelona (España)

Atisbos


Aquí se recoge escritos y pensamientos de Dolores Bigourdan (Canarias 1903 - Barcelona 1989) con el fin de ofrecer a nuestros lectores un espacio de reflexión.

Son escritos y pensamientos algunos recogidos por ella y otros que forman parte del itinerario de su vida.

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“Las palabras de la Virgen en sus mayores alegrías y sus más grandes angustias fueron: ‘Hágase en mi según tu palabra’”


“No deberíamos nunca odiarnos. ¡Hay tan poco tiempo para amarse!”


“La santidad no consiste en una búsqueda inquieta de la perfección propia, sino en el cumplimiento humilde y confiado de la misión recibida del Señor”.


“La revelación del Evangelio nos enseña el amor de Dios inseparable del amor a los hombres.”

12 de junio de 2010

Pliego nº 17..............................'2ª Etapa'




Dolores González de Quesada viuda de Bigourdan
*Las Palmas de Gran Canaria, 12 de junio de 1903
+Barcelona, 12 de enero de 1989


En el 107 aniversario de su nacimiento

Usando palabras de Alfredo Rubio podemos decir de Tante: “Muchos años tuvimos ese tesoro que era ella entre nosotros. Todos la considerábamos una mujer excepcional, llena del don de escuchar y del don del consejo. De una fidelidad y una discreción sin límites, de una bondad connatural, de un desprendimiento total.”


Rescatar el medio mundo que forman las mujeres

Salto cualitativo que debe de dar la mujer

Desde mi punto de vista, quizás el salto que hace falta dar sea tan sólo uno. El único salto que en mi opinión se necesita hacer es sencillamente evidenciar aquello que genuinamente siempre hemos sido y somos como mujeres. Mostrar nuestra naturaleza auténtica, sin vergüenzas, sin complejos de inferioridad, con coraje y valentía, y ponerlo al servicio de la diversidad y la complementariedad entre los diferentes carismas en el sí de la iglesia y la sociedad.

Esta alentada manifestación pide en todo caso dos aspectos fundamentales:

- Ser conscientes de lo qué podemos aportar de específico y propio las mujeres. Cuál es el “genio femenino” que nos dota de identidad.
- Recuperar la propia autoestima y dignidad, aprender a amarnos.

Pero me centraré en el primer punto, es decir, ¿qué es aquello de genuino que tenemos las mujeres? ¿Cuáles son las aportaciones específicas de la feminidad?

Para responder a estas preguntas haré algunas referencias a las diferencias psicológicas y morales analizadas por las psicólogas Nancy Chodorow y Carol Gilligan(1)

Según los estudios realizados por estas autoras, las mujeres desarrollan una personalidad más relacional que los hombres por su identificación, más fácil, próxima y reversible con la madre, que las predispone a desarrollar en mayor medida relaciones comunicativas empáticas y estrechas. Por su parte los hombres, de jóvenes, construyen su identidad masculina separándose de la madre (complejo de Edipo) cortando así el sentido primario de un nexo empático. Este hecho provoca, según las autoras, que la estructura psicológica femenina esté más centrada en aspectos relacionales, de intimidad y de cuidado. Una estructura más favorable a desarrollar los valores comunicativos (diálogo, empatía...) y los de acogida (conexión humana, comunión, hospitalidad....).

Dicho esto apunto los siguientes saltos diferenciadores:

-El salto de la justicia a la caridad, de la abstracción a la contextualización, de la objetividad de la abstracción a la subjetividad sentida que habla de las razones del corazón, que rompe toda lógica y que trasciende la realidad empírica para descubrir nuevas realidades inconmensurables.La fe, esta actitud de “receptividad y acogida confiada” (genuinamente femenina) ilumina así al conocimiento abstracto (más propiamente masculino) y lo dota de las llaves interpretativas necesarias para comprender la realidad. Como decía Santo Tomás “aquello que no comprendemos, aquello que no vemos, lo testimonia una fe viva, fuera del orden de las cosas. Aquello que aparece es un signo, no una realidad, esconde realidades sublimes"(2)
La feminidad de Dios se hace presente así en la acción creadora del hombre cuando este no se conforma con las evidencias empíricas, con la manifestación de síntomas reales sino que profundiza y explora la realidad para encontrar el misterio y la verdad oculta que se encuentra en cada fenómeno. Salto pues de la inteligencia a la sabiduría.

-De la confrontación y arbitrariedad al diálogo y la conciliación.

-Capacidad de engendrar, de crear, de dar a luz, dar vida, hacer fructificar… Actitud de confianza, más intuitiva.

-Coraje y valentía, arriesgarse a… (más intuitiva). El hombre tiene tendencia a pensarlo todo y mucho, tenerlo todo más controlado.

-La empatía, proximidad, calidez y ternura.

Desde esta perspectiva me atrevo a afirmar que ante una realidad eclesial que a menudo se vive excesivamente jerarquizada, distante o poco encarnada, las mujeres, especialmente, podemos ser testigos del Amor que acoge, cura, escucha, es bálsamo. Que dirime conflictos, que es comunicativo y que mantiene una actitud constante de receptividad activa ante las necesidades y los problemas cotidianos. Un amor como el de María, abierto y receptivo a acoger interiormente la voluntad del Padre (Lc. 2, 51-52), capaz de aportar aquella calidez necesaria en las relaciones que hagan más habitables y deseables nuestras comunidades eclesiales.
Un amor dispuesto a nutrirse de un diálogo permanente y fecundo con Dios (contemplación, plegaria...), como la actitud de María de Betania (Lc. 10, 38-41), que aporte la mística necesaria capaz de transformar los corazones.

De otra parte, en unos momentos en que nos hace falta un regreso a la “autenticidad”, en que la razón parece haberse puesto también bajo sospecha y se necesita más que nunca “tocar a Dios”, “vivenciarlo”, las mujeres pueden, aun cuando no únicamente ellas, ser las personas claves para volver a dotar de significación la experiencia cristiana, para volver a “visualizar” el rostro de Cristo, para comunicar y volver a hacer creíble el mensaje de la Iglesia ( Mt. 28, 1-10; Jn. 20, 17-18).

Finalmente, ante la debilidad y las dificultades en las comunicaciones interpersonales y grupales, las mujeres podemos ser las impulsoras y almas para el trabajo intereclesial y en comunión, estableciendo puentes de diálogo entre colectivos diversos (Jn. 4, 1-30, la Samaritana) y favoreciendo la colaboración y la coparticipación entre todos los agentes pastorales.

Justo es decir que todavía en muchos ámbitos eclesiásticos la mujer se ve como un peligro, como un elemento desestabilizador, como “Evas” tentadoras del pecado. En el fondo nos tienen miedo.
A pesar de ser cierto que hay bastantes presbíteros y obispos que se implican activamente en la tarea de reducir y limar las desigualdades entre hombres y mujeres en el sí de la Iglesia, a esta le hace falta todavía, con respecto a este tema, luchar mucho por reducir el abismo existente entre el deseo de sus declaraciones y la realidad y es evidente que, en esta transformación, las mujeres habremos de ser las propias impulsoras y protagonistas.

Por otro lado, pese a que las mujeres podemos contribuir de manera más específica y significativa a impulsar y hacer vivir los valores relacionales y comunicativos, nuestro ámbito de participación no puede quedar reducido únicamente a estos aspectos y hace falta ir avanzando más todavía en la construcción de una iglesia vivida desde la comunión profunda entre hombres y mujeres, clérigos y laicos, y desde la coparticipación igualitaria en el ejercicio de las responsabilidades eclesiales. En definitiva, caminar hacia la construcción del verdadero proyecto de Iglesia-Pueblo de Dios, de Iglesia-Comunidad fraternal.

(1) GILLIGAN,C. La moral y la teoría psicológica del desarrollo femenino. Fondo de Cultura Económica. México. 1987. Y también se expone ampliamente esta tesis en: CHODOROW, N., El ejercicio de la maternidad. Psicoanálisis y Sociología de la maternidad y paternidad en la crianza de los hijos. Gedisa, Barcelona, 1984.
(2) Secuencia dela solemidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, citado por Juan Pablo II Fides et ratio 13.

Mar Galceran
Barcelona (España)

Atisbos


Aquí se recoge escritos y pensamientos de Dolores Bigourdan (Canarias 1903 - Barcelona 1989) con el fin de ofrecer a nuestros lectores un espacio de reflexión.

Son escritos y pensamientos algunos recogidos por ella y otros que forman parte del itinerario de su vida.


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“La pobreza evangélica no es más que una consecuencia del amor.”


“Le pedimos algo, y Él nos da algo más importante que nosotros no vemos ni comprendemos; ¡qué tontos y orgullosos somos!”


“Dejarse amar es ser humilde.”


“Sonrientemente atenta para oír el mensaje que trae cada visitante”

12 de mayo de 2010

Pliego nº 16..............................'2ª Etapa'


Libertad interior y libertad exterior

Jesús de Nazaret, humanamente hablando, vivió muy condicionado en su libertad exterior: nació y murió en un país pequeño, sujeto a la ocupación romana, con una religión atenazada por la casuística y las prescripciones rituales, estaba bajo la atenta mirada de escribas, fariseos, saduceos, maestros de la ley... No pudo realizar viajes largos, la gente no le permitía ni descansar con los suyos y en un contexto de persecución, a menudo tuvo que esconderse. Sus discípulos no le acababan de comprender, esperaban un mesianismo político, discutían por la primacía, querían hacer bajar fuego del cielo... más de una vez el Maestro tuvo que reprenderles. Pero, interiormente, Jesús se sentía libre, y esa libertad nació de su experiencia en el Jordán: “Tu eres mi Hijo, a quien yo quiero, mi predilecto”, o según otros códices “Mi hijo eres tú, hoy te he engendrado” (Lc 3, 22). Sentirse tan amado por Dios Padre que era Uno con él, es el secreto de su libertad interior, la que le llevó a dar la vida por amor.

Jesús era realista. El llamado “Juicio de las naciones” (Mt 25) es muy interesante en este sentido. El rey de la parábola, llama “benditos de su Padre” a los que cuando tenía hambre le dieron de comer, o cuando tenía sed le dieron de beber, o a quienes cuando estaba desnudo le vistieron, pero al llegar a los enfermos o a los prisioneros, siguiendo la misma lógica debería decir: “estaba enfermo y me sanasteis”, “estaba en la cárcel y me liberasteis”. No. Jesús sabía que no siempre estaría en la mano de sus discípulos sanar enfermos o liberar presos. Por eso dice; “estaba enfermo o en la cárcel y me visitasteis”, es decir, hicisteis por mi lo único que podíais hacer: estar a mi lado, darme soporte con vuestra presencia. La persona enferma o prisionera, vive también con la libertad exterior muy recortada, y sin embargo puede sentirse muy libre interiormente.

Nosotros hoy también vivimos sometidos a mil condicionamientos sociales: el que dirán, las convenciones, los tributos, las hipotecas, el intrusismo de los que nos gobiernan, el ritmo frenético de una sociedad hipercomunicada, pero, a pesar de todo ello, si vivimos las consecuencias de nuestro bautismo debemos sentirnos interiormente libres; libres para hacer el bien, libres para amar. Lo que ocurre es que pocos viven a fondo las exigencias de ser bautizados. Actualizar nuestro bautismo con toda su riqueza, hacerlo presente, esta es la fuente de la libertad interior.

Ha pasado por Barcelona Mons. Gianfranco Ravasi, Presidente del Pontificio Consejo para la Cultura. Es un hombre libre. Ante la pregunta de los periodistas sobre la iniciativa de la creación de un “atrio de los gentiles” en el seno del Pontifico Consejo, sonrió diciendo: “muchos creen que yo he sugerido al Santo Padre la creación de este atrio o patio, pero en realidad, es una iniciativa del propio pontífice”. Lo que sí parece claro es que él va a ser quien lleve a buen término este proyecto. El prelado aclaró que el “atrio de los gentiles” está pensado para los no creyentes, no para los indiferentes. Es también significativo que Mons. Ravasi propicie el diálogo de la Iglesia con los artistas. La belleza es expresión de la libertad.

Jaume Aymar Ragolta
España

Rostros de María



“Que hermoso que los pueblos pidan protección a la Virgen María, que se arropen bajo su manto en una advocación local, en cada lugar distinta. Estas advocaciones en cada pueblo, en cada ciudad, en cada región del mundo, indican una cercanía de María en medio nuestro.

Te pedimos, Madre, que tus advocaciones en cada lugar, no sean nunca para separar ni dividir los pueblos; que no sean para pedir por ellos mismos sino por los demás; que tus advocaciones no sirvan para crear fronteras. Tú eres Madre de todos y todos somos hijos tuyos.”

Del libro: María, Victoria del Espíritu
Juan Miguel González-Feria
Editorial Edimurtra


Atisbos


Aquí se recoge escritos y pensamientos de Dolores Bigourdan (Canarias 1903 - Barcelona 1989) con el fin de ofrecer a nuestros lectores un espacio de reflexión.

Son escritos y pensamientos algunos recogidos por ella y otros que forman parte del itinerario de su vida.

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“ Amar a los demás es dejar que Dios ame, en nosotros, a los demás; por otra parte, en el prójimo, todavía es Dios a quien debemos encontrar y amar. Dios amante, Dios amado, Dios a la partida, de nuevo Dios a la llegada.”


“Dios vive en cada ser, y aguarda ser adivinado allí para crecer.”


“La humildad de María brilla en su silencio, es lo más elocuente.”


“María: máxima en su fidelidad a Dios y a los hombres.
Realizó la más perfecta armonía entre contemplación y acción a través de las tareas más humildes de su vida cotidiana.”

12 de abril de 2010

Pliego nº 15..............................'2ª Etapa'


Narración real (Parábola del abuelo)

“Un gran hombre tenía un hijo. No había escatimado ningún esfuerzo para que fuera parecido a él. Este gran hombre, anhelaba tener nietos y deseaba que su hijo se casara con una mujer que conocían, de gran belleza, muy inteligente, sana, con educación exquisita e incluso muy elegante.

¡Qué nietos tan maravillosos podría tener de ese posible matrimonio! Pero su hijo se dejó enamorar por una mujer de la vida y determinó casarse con ella. El padre se horrorizó pero, naturalmente, respetó la libertad de su hijo. ¡Ay! ¡Seguro que aquella mujer tendría enfermedades! Era grosera, nada instruida…

Y así fue: los nietos daban pena. Pero el abuelo dijo: A pesar de todo, ¡son mis nietos! Yo no puedo no amarlos. Y los amaré con todo mi corazón. ¿Qué puedo hacer, pues, para su bien?

Este gran hombre era poderoso en recursos. Envió a sus nietos a las mejores clínicas y aun subvencionó a investigadores para que al fin encontraran el remedio a estas enfermedades congénitas. Después los puso a cargo de reconocidas instituciones para que los educasen de la mejor manera posible.

Incluso hizo que alguna de sus nietas le fuera practicada la cirugía estética. No ahorró nada para que todos fueran a las mejores universidades. El mismo, que también era muy sabio, se puso a darles clases particulares.

En fin, con los años llegó a tener unos nietos espléndidos. Fueron tantas sus atenciones y sacrificios en pro de ellos, que consiguió que en algunos aspectos fueran aun mejores que aquellos que él deseaba que nacieran de aquella magnífica mujer que quedó soltera.

Pero estos nietos, los que habían nacido de la voluntad del padre, ¡cuán agradecidos estaban a la bondad del abuelo! Porque aunque sabían que no eran ellos los que él había deseado en un principio, se había volcado sin medida, para hacerlos lo más parecidos posible a él. ¡Ciertamente , este abuelo tan bueno, merecía toda su alabanza y gratitud!

Además, el abuelo había perdonado a su hijo de todos sus errores cuando este se lo pidió y lo había acogido nuevamente a él así como a su esposa, en su palacio, ¡con gran fiesta y alegría!”

He titulado esta historia “narración real”, porque lo es. Dios deseaba que Adán, los hombres, no se hubieran enmanillado con el pecado haciéndose enemigos de El. Deseaba que se hubieran amado como El los amaba. Siendo así, toda la historia de la humanidad habría sido diferente. No tan sólo la historia, sino que al ser esta distinta, hubieran nacido otros –fruto de uniones armoniosas- que eran los que Dios deseaba.

Dios tiene conocimiento de todos los seres posibles. Pero lo que El soñaba que llegaran a ser reales, por culpa del pecado –y de los continuos pecados- se frustraban. Y Dios respetó la libertad que El mismo había dado al hombre. Y nacieron otros descendientes: nosotros mismos. Pero, aunque no éramos los deseados, nos aceptó como a seres reales que somos. Y derramó, por los méritos de Cristo, su Espíritu desde el principio de la Humanidad, iluminando las conciencias. Después también nos envió profetas para instruirnos. Se encarnó el Verbo para darnos la salvación a todas las generaciones pasadas, presentes y futuras. Nos envió el Espíritu con la plenitud de sus dones. Y nos llamó a la santidad. Donde abundó el pecado, sobreabundó la Gracia. Nos abre las puertas de su cielo.

¡Pero debemos ser humildes! Debemos reconocer con sencillez que no somos aquel que El deseaba. Pero nos lo ha dado todo, aun con más sobreabundancia, para que podamos llegar a ser condignos de sus deseos.

Así pues, ¡cuánta alabanza y gratitud redobladas merece de nosotros!

Alfredo Rubio (1919 - 1996)
España


Camino de Alegría








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Aquí se recoge escritos y pensamientos de Dolores Bigourdan (Canarias 1903 - Barcelona 1989) con el fin de ofrecer a nuestros lectores un espacio de reflexión.

Son escritos y pensamientos algunos recogidos por ella y otros que forman parte del itinerario de su vida.

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“La cruz son dos palos enjutos, enclavados y sobre esta cruz clavaron a Cristo. Muere y sobre esta muerte Cristo resucita. ¿Cómo va a resucitar Cristo y no va a resucitar la cruz? La Eucaristía es el fruto de ese árbol de la vida. Cuando Cristo en el juicio final venga con la cruz, no será la cruz muerta en la que murió, será el árbol frondoso de vida, Cruz resucitada.”


“¡Dios mío! Bendito seas por las ternuras que has puesto en mi ruta”.


“Amo la soledad interior pero el aislamiento le pesa a mi alma”.


“Haznos comprender que no podemos ser tus discípulos, tus amigos, sin ser, contigo, crucificados”.

12 de marzo de 2010

Pliego nº 14..............................'2ª Etapa'


Vectores de la Nueva Evangelización

El 6 de enero de 2001, iniciando el nuevo milenio y después de terminar el Jubileo del año 2000, el papa Juan Pablo II sorprendió con una Carta Apostólica invitando a todos los católicos a una singladura: a «remar mar adentro» (Lc 5,4). Con gran entusiasmo proclamaba la necesidad de una Nueva Evangelización. Sus palabras dichas con ardor recordaban la decisión que Juan XXIII tuvo cuarenta años antes en convocar el Concilio Vaticano II, diciendo que se debían “abrir las ventanas” de la Iglesia para que el Espíritu Santo la renovara.

Asumiendo las palabras de Pablo VI, propuso la tarea de la “civilización del amor” y de la renovación de la misma Iglesia atendiendo la Palabra que predica. Una “civilización del amor” que atiende la dignidad de toda persona humana, la solidaridad entre todos los pueblos de la tierra, la igualdad de toda vida humana y la fraternidad universal.

El equipo del Espacio Dolores Bigourdan deseamos subir a la “Barca de Pedro” con la esperanza que nuevos vientos nos lleven en este viaje. Estas ráfagas de viento son las que hemos venido a llamar “Vectores de Nueva Evangelización”. Estos vectores son los que, a lo largo de un tiempo, iremos anunciando y proclamando en este pliego mensual.

Recordamos la frase de Jesús: “A vino nuevo, odres nuevos” y por ello creemos, ante el cambio socio-cultural y religioso que se está dando en el mundo, debemos descubrir cuales son los impulsos del Espíritu que nos conduzcan a buen puerto, el cual es el Reino de Dios, que Jesucristo nos invita a comenzar a vivirlo ya aquí en la tierra.

Dice el texto evangélico que Pedro y los primeros compañeros confiaron en la palabra de Cristo entraron mar adentro y echaron las redes. «Y habiéndolo hecho, recogieron una cantidad enorme de peces» (Lc 5,6).

También nosotros, miembros de la Iglesia, deseamos aportar nuestro grano de arena en la construcción del Reino. Y te invitamos a que nos acompañes impulsados por el soplo del Espíritu.

José Luis Socias
España

La Cruz - el amor fiel


Dicen algunos sociólogos que, después de la sociedad industrial y la sociedad del ocio, entramos en una sociedad depresiva, una sociedad que carece de esperanza.

Una de las causas indicadas es la crisis de fidelidad y lealtad en todos los campos: matrimonio, amistad, negocios, empleo… Cuando no se cumple una promesa, cuando nos engañan, cuando nuestro jefe nos despide después de largos años de servicio, cuando las personas no cumplen sus compromisos, hay una herida profunda, un sufrimiento se instala, se pierde confianza… La infidelidad hace a la sociedad profundamente depresiva. Y cada infidelidad, por pequeña que sea, da ganas a la parte herida de hacer lo mismo. ¿Cómo romper este círculo vicioso?

Dirige tu mirada a Cristo en la cruz, contémplale a Él, que ha sido fiel siempre, hasta el final…

Jesús hubiera podido salvarse, pero escogió no renunciar a sus convicciones, a su amor; no hacer marcha atrás, a pesar de la amenaza de sufrimiento y muerte. Siendo fiel a sus palabras, él fue fiel a la vida. ¡Y es por eso que la muerte no tendrá la última palabra!

Pauline Lodder
Suiza

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Son escritos y pensamientos algunos recogidos por ella y otros que forman parte del itinerario de su vida.

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“La cruz de cada día, regalo de Dios, llevarla pues con muchísima alegría.

Él es el camino de la verdadera vida.
Él nos da el querer obrar y es infinitamente activo con el alma que se le da totalmente.
No podemos llevar a los demás sino lo que hayamos recibido. Y sólo recibimos para dar.”



“Era José un hombre como tantos otros. Y que puede esperarse de un habitante de la aldea perdida como era Nazaret? Sólo trabajo todos los días siempre con el mismo esfuerzo.
Pero el nombre de José en hebreo significa Dios añadirá. Dios añade a la vida santa de los que cumplen su voluntad.
José podía hacer suyas las palabras que pronunció Santa María su Esposa
«ha hecho en mi cosas grandes Aquel que es todo poderoso, porque se fijó en mi pequeñez».
José supo vivir, tal y como el Señor quería. por eso, la Santa Escritura alaba a José afirmando que era Justo. En hebreo justo quiere decir piadoso, cumplidor de la voluntad divina, otras veces significa bueno y caritativo con el prójimo (servidor irreprochable de Dios). Justo es el que ama a Dios con el amor, orientado siempre en servicio de sus hermanos los hombres.”

12 de febrero de 2010

Pliego nº 13..............................'2ª Etapa'


Peregrinar con Santa Eulalia

Como todo peregrinaje, el que desde hace 40 años lleva al Santuario de Santa Eulalia de Vilapiscina (Barcelona) hasta Montpellier, tiene una razón de ser: ir a las fuentes de la fe siguiendo las huellas que otros hombres y mujeres han dejado. En este caso, reencontrar Eulalia, la joven de corazón fuerte y de fe intrépida que sin rodeos proclama su fidelidad a Cristo delante de aquellos que quieren negar su existencia.

Cuando la vida y el itinerario espiritual de una persona –aún que breve en este caso, pero no por ello menos intenso- han sido tan apasionantes como los de Eulalia, misteriosamente su paso por el mundo toma vuelos universales. El eco de su existencia se extiende más allá del pueblo, ciudad o país donde ha nacido y vivido. Eulalia es amada en muchos lugares. Uno de ellos, en Montpellier, en una parroquia en el centro de la ciudad donde los Mercedarios llevaron su devoción y donde se conserva su cráneo.

Peregrinar hasta esta ciudad del sur de Francia, año tras año, tiene su origen en un viaje que Alfredo Rubio hizo a Montpellier. Allí descubrió una parroquia dedicada a la Santa. Por el gran amor que Alfredo tenia a Santa Eulalia, y coincidiendo con el momento de la reapertura del Santuario de Vilapiscina, quiso proponer a su párroco, el Abbé Guy Paul, de hacer un ‘jumelage’ las dos comunidades que tenían por advocación a Santa Eulalia. Así se iniciaba la común devoción de dos ciudades hermanadas: Barcelona y Montpellier. Es así como este año celebramos ya 40 años de una amistad con unos hermanos en la fe.

Este peregrinar, ser itinerantes, nos invita a pensar en Eulalia y, de su mano, recorrer nuestro propio itinerario espiritual, a preguntarnos hasta que punto vivimos con pasión el seguimiento de Cristo, como es de fuerte nuestra fe y que capacidad tenemos de vivir comunitariamente la vida de Dios.

Eulalia, además, nos invita a amar la diferencia con profundo respeto. Este es uno de los rasgos más hermosos de la fe que profesamos: antes de ser de aquí o de allí, ricos o pobres, sencillos o inteligentes, somos personas con capacidad de amar y esto –para quien lo desea vivir de verdad- nos une desde las raíces existenciales.

Amando a Eulalia, hemos aprendido a querer a una comunidad de fe distinta a la nuestra. Hemos descubierto nuevos amigos. Hemos palpado la universalidad de la Iglesia.


Humildad óntica


No asuste a nadie el calificativo de “óntico”. Lo óntico es lo propio del ser. Probablemente pueda afirmarse que la humildad óntica es, en el realismo existencial, el nombre de la verdad aplicada al ser humano, que bebe de fuentes hispánicas de hondo calado. La humildad óntica es la cualidad del ser humano, que se reconoce gozosa y exactamente en aquello que es, ni más ni menos.

Parece que el ser humano tiene una fuerte tendencia a considerarse más de lo que es –cuando no, ni mucho menos, poca cosa-. Eso es fuente de conflictos cuando las idealizaciones se dan de bruces con la realidad.

Así, si diseñáramos un itinerario pedagógico realista existencial, sin duda alguna su objetivo sería hacer desarrollar la humildad óntica a quienes lo siguieran. Esto es, mostrar sucesiva y progresivamente a las personas todos los aspectos de su modo de existir, reconociendo las potencialidades y los límites, y asumiendo que nuestro ser no puede ser de otro modo.

Tras la sorpresa, la alegría y la aceptación, se llega a la humildad óntica, a la paz con la propia realidad y al entusiasmo por desarrollarla.

Natalia Plá Vidal
España

Atisbos


Aquí se recoge escritos y pensamientos de Dolores Bigourdan (Canarias 1903 - Barcelona 1989) con el fin de ofrecer a nuestros lectores un espacio de reflexión.

Son escritos y pensamientos algunos recogidos por ella y otros que forman parte del itinerario de su vida.


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“Refugiarse en la acción cuando el pensamiento está cansado o con dolor y regresar lentamente al recogimiento interior cuando la acción se convierte en invasión y amenaza sumergirse en nuestra vida interior.”


“El ejemplo no tiene mejor aliado que el silencio.”


“Mostrarme a todos sonriente y serena.
Ser simple, veraz, siempre humilde.
Serenidad constante sin que nada traicione ni el sufrimiento psíquico, ni la angustia, ni la tristeza; simpatía, verdadera bondad del corazón”.


12 de enero de 2010

Pliego nº 12..............................'2ª Etapa'


Tante


Hoy conmemoramos el 21 aniversario del fallecimiento de Dolores González viuda de Bigourdan, nuestra querida Tante.

Con el paso de los años, la figura de Tante ha permanecido y pervive en nuestro recuerdo. En este tiempo hemos ido cimentando en nuestra vida la experiencia de relación con Tante junto con todo lo que los demás nos han ido transmitiendo.

La vida de toda persona se va tejiendo de hechos, circunstancias, vivencias, sentimientos, experiencias. El conjunto va configurando un hermoso tapiz lleno de luces y sombras, dibujos, colores, intensidades, texturas y relieves.

Elaborar entre todos el tapiz de su vida, nos permitirá configurar un tejido más completo, aportando cada uno su experiencia, para conseguir con los recuerdos, vivencias y sentimientos re-elaborar el tapiz de una vida con todas sus luces y sombras: vida de una mujer fuerte y de fe intrépida.

Dolores González de Quesada –Tante-, nació en Las Palmas de Gran Canarias el 12 de junio de 1903. Era la decimotercera hija de D. Manuel González y Avilés y de Dña. Concepción Quesada y Denis.

En 1932 se compromete en matrimonio con Jaques Bigourdan Muxé, nacido el 2 de agosto de 1887 en Buch de la Reina (Francia). Jaques Bigourdan era Agente Consular de Francia en Las Palmas de Gran Canaria.

En verano de 1932, Tante viaja a Francia para conocer la familia de Jaques. Y el lunes 3 de octubre contrae matrimonio en la Capilla de la Orden Tercera de San Francisco de Asís, en Santa Cruz de Tenerife.

Sus primeros años de casados, viven en Tenerife. Después de dos intentos de atentados con carta bomba, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia, traslada a Jaques a África (Camerún, Dakar, Casablanca...). Con ello empieza una nueva etapa en la vida de “Tía Lola”.

En África, su esposo Jaques realiza, como cartógrafo y naturalista, un trabajo científico y de investigación, escribiendo algunos tratados sobre balística.

En el año 1937, a las afueras de Casablanca, inician la construcción de su casa, la “Ferme Terese” con una pequeña reserva de animales (hiena, león, macacos,...) para su estudio y cuidado.

En Casablanca Tante se desplaza todos los lunes, en bicicleta, al Hospital para ayudar a los españoles en el exilio que estaban enfermos. Les distribuía libros y hablaba con ellos. Al mismo tiempo da clases de costura y de español. Con su marido organizaban tertulias.

Alrededor de 1950 Jaques es jubilado por enfermedad. Conforme fue avanzando su ceguera y su enfermedad requería más de la atención y cuidados de su esposa. Tante para poder cuidar de su marido, organizó en su casa un taller de costura con Mme. Dimortier, Mme. Trust, Pilar y Maruja Gómez Ibáñez y otras mujeres.

El 27 de junio de 1954, tras una larga y dura enfermedad, muere Jaques.

Luego de la muerte de su esposo, “tía Lola” permanece un tiempo en Casablanca. A su regreso a España, pasa temporadas en Sevilla con su hermano Juan, en Tenerife, Marruecos y Guamasa.

El 16 de octubre de 1962, a sus 59 años, Tante llega a Barcelona para iniciar otra nueva etapa. Cuando ya era viuda, cuando había cuidado a otros familiares, lo deja todo para atender una llamada trascendente en su vida e inicia una tarea que le era desconocida. Se puso otra vez en manos de otras personas: el sacerdote y médico, Alfredo Rubio de Castarlenas y la naciente Casa de Santiago.

Tante fue humilde y fuerte; de aquella invisible y recóndita fortaleza del alma, siempre dócil a las indicaciones que se le hiciesen cuando, bien discernía, que eran de Dios.

Tante murió en Barcelona el 12 de enero de 1989. Reposa en el claustro del antiguo Monasterio de San Jerónimo de la Murtra de Badalona.

Mantener vivo su recuerdo y compartirlo es muestra de nuestra inmensa gratitud a esa extraordinaria mujer. A ella, quien con sus silencios llenos de mensaje de Dios, con sus justas y firmes palabras hablaba profundamente a todo nuestro ser. Además Tante sabía escuchar. Y sus actos nos envolvían en una atmósfera de suave paz y de honda alegría.

Tan sólo ser un instrumento tuyo


El Espíritu Santo sopla sobre todos. Obra sobre todos los hombres que se dejan llevar por Él, aunque ni sean cristianos ni sean nada, pero sienten en su corazón que desean ser buenos, y desean ser al servicio de los demás, es decir, que son buenos. El Espíritu Santo obra en ellos.

Obra, cómo no, en los cristianos fieles, porque se puede ser cristiano pero muy poco fiel, muy poco abierto al Espíritu Santo. Y, cómo no, sobre la jerarquía; a veces nosotros, desde nuestros puntos de vista que creemos sinceramente acertados, pues podíamos pensar un poco que si uno pudiera hablar con el obispo, le diría que él debería hacer esto o lo otro, y cuánto más si pudiéramos hablar con el Santo Padre, en decirle que él debería tomar tal o cual medida oportuna. Pero es una pérdida de tiempo inútil ésta, porque no es asunto mío éste. Ya el Espíritu Santo, ése sí que es problema suyo inspirarlos a ellos. No es asunto mío, es asunto del Espíritu Santo, que inspira a todo el mundo. Pero, lo mismo digo, también nos inspira a nosotros, porque somos seres humanos y queremos ser hombres de buena voluntad, porque además somos cristianos que deseamos ser fieles. Y tercero, porque estamos juntos aquí, y “donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, yo estoy para enviaros precisamente al Espíritu Santo”. Y con la fuerza del Espíritu Santo nosotros podemos pensar algo. Y en el fondo deseamos ser instrumentos suyos.


Con esta idea, se me ocurrió este soneto que escribí el otro día, para decir que queremos ser instrumentos de Dios. Pero, claro, Dios lo que quiere es que seamos instrumentos, no como un lápiz que yo utilizo y es un instrumento, y el lápiz escribe lo que yo quiero, pero un lápiz se deja llevar pero no tiene inteligencia, no tiene libertad; si acaso tuviera sensibilidad, diría que qué remedio, que ahora se tiene que mover, tiene que apretarse contra el papel, y lo haría a fuerzas, a rastra, y sería aburrido para él, porque lo que escribe ni le va ni le viene. Nosotros somos instrumentos, y sabemos que no somos más que instrumentos, no somos dioses. Pero Dios quiere que seamos instrumentos, precisamente, seres humanos, vivos, inteligentes, y que por lo tanto nuestra colaboración a Él siendo instrumento ha de ser un gozo inmenso, y que lo hagamos felices, y que solamente así podamos ser instrumentos buenos de Dios. No instrumentos como un lápiz que se deja llevar. No, no servimos así, sino que somos inteligentes, libres, llenos de libre voluntad para querer ser instrumentos libres. El soneto dice así:

Tan sólo ser un instrumento tuyo.
Eso es lo único que yo deseo.
Cuanto más viejo aún mejor lo veo.
Cada día que pasa, más lo intuyo.

¿Por qué a veces, con miedo grande huyo
de hacer tu voluntad si claro leo
es lo más óptimo y hasta entreveo
lo es para ambos? ¿pues por qué rehuyo?

Aquí, en este cuarteto es lo que yo desearía ser, mansamente, humildemente, un instrumento en su mano, pero todavía aquí yo me concibo como un instrumento como puro lápiz, un instrumento así, sin libertad, para pasar al segundo terceto y decir que así no es, es de otro modo.

¡Ser lápiz en tu mano al describirte!
Y entre los otros, voz para explicarte.
Mi alma contigo, pueda algo decirte.

Mas sé también que quieres mi albedrío;
sea con gozo cuanto pueda darte;
no a rastras y a la fuerza y con hastío.

Ser lápiz en tu mano al describirte. Malo, o sea, decir que quiero ser un instrumento tuyo, abandonado, como un lápiz, y escribo, bueno, un lápiz escribe cosas de Dios pero las escribe Dios, pero yo las escribo con mi punta de lápiz pero yo no intervengo.

Y entre los otros, voz para explicarte, sí voz, pero bueno, es Él, yo instrumento, dice por mi voz lo que quiere.

Mi alma contigo pueda algo decirte. Aquí ya es un puente en que ya me siento un poco más sujeto con Él y decirle algo a Él, ahí ya esto es una transición, pero el segundo terceto es lo que es verdad: Mas sé también que quieres mi albedrío. Que yo sea un instrumento muy especial lleno de libertad, de iniciativa, de colaboración, de aportar todo lo que yo pueda. Sea con gozo cuanto pueda darte. Que me alegre profundamente, no como el lápiz. No a rastras y a la fuerza y con hastío. Un instrumento así no sirve para nada, sino que he de estar lleno de gozo en todo aquello que yo pueda dar, que sea con gozo. Una sintonía viva de Dios y nosotros.

Alfredo Rubio (1919- 1996)
España